Borges amaba Palermo,y uno de esos paseos favoritos era el del zoológico, y más precisamente ubicarse en la jaula de los tigres.
Aquí ubicamos el zoológico de Palermo en el mapa satelital
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Ese recuerdo del zoológico ha quedado en la mente de Borges por siempre, como lo demuestra los primeros minutos de esta conferencia dictada en el teatro Coliseo de Buenos Aires en el año 1977, donde el tema era la ceguera. Evoca el amarillo, y por consiguiente el Tigre del zoológico.
Como mero dato, aquí va el poema que el le dédico más que a los tigres, al color amarillo, acaso pensando en ese Tigre que el contemplaba en el zoológico Palermitano. Se llama "El Oro de los Tigres", es del libro homónimo y fue editado en 1972.
El Oro de los Tigres
Hasta la hora del ocaso amarillo
Cuántas veces habré mirado
Al poderoso tigre de Bengala
Ir y venir por el predestinado camino
Detrás de los barrotes de hierro,
Sin sospechar que eran su cárcel.
Después vendrían otros tigres,
E1 tigre de fuego de Blake;
Después vendrían otros oros,
E1 metal amoroso que era Zeus,
E1 anillo que cada nueve noches
Engendra nueve anillos y estos, nueve,
Y no hay un fin.
Con los años fueron dejándome
Los otros hermosos colores
Y ahora sólo me quedan
La vaga luz, la inextricable sombra
Y el oro del principio.
Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores
Del mito y de la épica,
Oh un oro más precioso, tu cabello
Que ansían estas manos.
La flecha del tiempo
Hace 4 meses
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