jueves, 30 de junio de 2011

La literatura

La literatura no es agotable, por la suficiente y simple razón de que un solo libro no lo es. El libro no es un ente incomunicado: es una relación, es un eje de innumerables relaciones. Una literatura difiere de otra, ulterior o posterior, menos por el texto que por la manera de ser leída: si me fuera otorgado leer cualquier página actual -ésta, por ejemplo- como la leerán el año 200, yo sabría cómo será la literatura del año 2000. La concepción de la literatura como juego formal conduce, en el mejor de los casos, al buen trabajo del período y de la estrofa, a un decoro artesano (Johnson, Renan, Flaubert), y en el peor a las incomodidas de una obra hecha de sorpresas dictadas por la vanidad y el azar (Gracián, Herrera y Reissig).

"Nota sobre (hacia) Bernard Shaw", en Otras Inquisiciones.

martes, 28 de junio de 2011

Borges y la educación



Desde el ensayo "Dos libros", publicado en Otras Inquisiciones.

En el tercer artículo -"Free thought and official propaganda" - (Bertrand Russell) propone que las escuelas primarias enseñen el arte de leer con incredulidad los periódicos. Entiendo que esta disciplina socrática no sería inútil. De las personas que conozco, muy pocas la deletrean siquiera. Se dejan embaucar por artificios tipográficos o sintácticos; piensan que un hecho ha acontecido porque está impreso en grandes letras negras; confunden la verdad con el cuerpo doce; no quieren entender que la afirmación: "Todas las tentativas del agresor para avanzar más allá de B han fracasado de manera sangrienta" es un mero eufemismo para admitir la pérdida de B. Peor aún: ejercen una especie de magia, piensan que formular un temor es colaborar con el enemigo...Russell propone que el Estado trate de inmunizar a los hombres contra esas agüerías, y esos sofismas. Por ejemplo, sugiere que los alumnos estudien las últimas derrotas de Napoleón, a través de los boletines del Moniteur, ostensiblemente triunfales. Planea deberes como éste:una vez estudiada en textos ingleses la historia de la guerra con Francia, reescribir esa historia, desde el punto de vista francés. Nuestros "nacionalistas" ya ejercen ese método paradójico: enseñan la historia argentina desde un punto de vista español, cuando no quichua o querandí.

lunes, 13 de junio de 2011

La sombra de Borges

Que se cumpla un nuevo aniversario de la muerte de nuestro escritor no es menos.
No menos es saber que en la gran mayoría de los diarios aparecen suplementos especiales rindiendole merecido tributo.
Clarín ha tenido la buena vista de publicar textos que el mismo Borges escribiese durante los últimos años de su vida, algunos de ellos parando a libros como por ejemplo La Memoria de Shakespeare, sumando a eso un suplemento de 20 páginas donde distintos escritores reconocidos toman extractos significativos de la obra borgeana y la vindican a su modo. Lo único particular que cabe destacarse de este homenaje es un artículo que no lleva firma en donde al dar cuenta de los homenajes que se van a celebrar el día, cuenta que la Biblioteca Nacional va a hacer una exposición de los libros que le pertenecieron a Borges "y que el escritor dejó allí cuando fue obligado a abnadonar su cargo." Cosa que cualquiera sabe que es mentira. Borges renunció a la dirección de la Biblioteca Nacional en 1973 cuando asume el peronismo en la presidencia. Error involuntario o no, bien vale la pena aclarar estas cosas.
Marcelo Zapata en el diario Ambito Financiero lejos de hacer una necrológica de tipo exaltatoria rescata la particular paradoja en la que Borges ha caído a pesar de todo lo que se decía de sí mismo. El hombre que renegaba de las cifras redondas en las efémerides del que se cumplen 25 años, el que criticaba a Américo Castro y le dio al español una riqueza nueva, el hombre que quería ser "las dos abstractas fechas y el olvido" su viuda negocia en millones de dólares una edición de las obras completas con otra editorial que encima incluye las obras que el nunca quiso reeditar.
Si Zapata no quiere caer en exaltaciones, Juan Pablo Cinelli en el diario Tiempo Argentino hace consideraciones bastante acertadas sobre la vigencia de la obra de Borges en cuanto afirma que "Matar a Borges (Nota del blog: en referencia a la supuesta frase de Gombrowicz) es la única forma en que cualquier otro escritor argentino puede trabajar en libertad, sin la pesada carga de escribir en castellano como nunca nadie lo hizo antes." Pero luego hace observaciones severas de quién fue Borges para otros autores como Sabato o Bernardo Kordon. Destaca a César Aira quien habla de Borges en su vejez, ya más asiduo a dar conferencias y entrevistas.
Página 12 propone un debate sobre la vigencia de Borges en la literatura argentina actual, o de lo que se considera como una especie de pesada herencia (¿pesada porqué?¿herencia de quién?). Los escritores que debaten son Juan José Becerra, que no cree que haya una literatura influenciada por Borges, es más, piensa que "es el hecho radiactivo de la literatura argentina. Lo único que se puede hacer al respecto es escapar de él. Si hay un horizonte borgeano, ese horizonte está atrás; es el horizonte que preferimos no ver." Guillermo Martínez argumenta con otros motivos semejante idea a la de Becerra pues la gran mayoría de sus obras fueron escritos hasta antes de los 70 años. Se puede empezar a pensar ideas de influencias borgeanas recien en los años 80. Silvia Molloy afirma que es complicado escribir sin sacarse de encima esa marca tan fuerte como la de Borges y que eso opera en contra del mismo autor, es decir Borges, pues se lo monumentaliza, es decir, pienso yo, se lo endiosa. Los tres coinciden en ver que la literatura argentina no depende de Borges, pero que él ha dejado profundas marcas en la literatura no lo puede negar nadie. Ya cuando Borges era jovén, los escritores de su época se preguntaban si era posible escribir después de Lugones, un hombre que ha manipulado el idioma a niveles exageradísimos. De entre esas dudas, surgió Borges y otros autores como Sabato o Cortázar. El debate, al menos para mí, es superfluo.
Diversos autores como Jorge Fernández Díaz, quien se encarga de mostrar como ha llegado Borges a su vida y del modo en que él ha influido, o Hugo Beccacece, quien destaca lo moderno de Borges incluso en las mismas tecnologías (para él, el clic del mouse que estás usando es un aleph para acceder al conocimiento universal), son los textos que aparecen en La Nación, diario que siempre fue del agrado de Borges, incluyendo una entrevista a María Kodama que habla de la paz interior en la que vive actualmente después de 25 años. Destaco como algo sensacional la propuesta de la gente de este diario de publicar las obras completas de nuestro autor, encima a precios bastante accesibles.
Pero yo también quiero decir algo...

***

Por detrás de esas piedras
por detrás de esas hojas acumuladas
por detrás de toda la discusión
hay un hombre
que solamente se dedicó a escribir.

A él, solamente a él, le escribo
porque fue un hombre de carne y hueso
porque tuvo ideas geniales y otras no tanto
como todo hombre.

El destino que Dios prefigura en los hombres
está dada por la virtud que El nos ha regalado
y cómo hacemos felices a la mayor cantidad de personas
con ese don.
Ignoro si en la puerta del Eden
Borges, solo, sin Kodama,
se presentó y esperando sin tiempo
Dios se acercó y le abrió la misma puerta
tomándolo de un brazo.
Borges no creía en Dios
pero sí creía en el destino que se le deparó.

Si esta imagen no ocurrió
espero que sea profética.