lunes, 7 de noviembre de 2011

Borges por otros: Pablo Neruda











Rita Gubiert: - Algunas personas lo acusan de tener actitudes antagónicas con respecto a Jorge Luis Borges.
Pablo Neruda: - Mi antagonismo hacia Borges puede existir bajo una forma intelectual o cultural, debido a nuestras diferentes orientaciones. Se puede luchar pacificamente. Pero tengo otros enemigos...no los escritores. Para mi el enemigo es el imperialismo y mis enemigos son los capitalistas y los que arrojan napalm sobre Vietnam. Pero Borges no es mi enemigo.
R.G.:- ¿Qué piensa de la escritura de Borges?
P.N.:- Es un gran escritor, y los pueblos de habla hispana deberíamos estar muy orgullosos de exista Borges...sobre todo, la gente de latinoamérica. Antes de Borges, teníamos muy pocos escritores que pudieran soportar una comparación con los escritores europeos. Hemos tenido grandes escritores, pero uno de tipo universal como Borges, no se encuentra a menudo en nuestros países. No puedo decir que él ha sido el más grande, y espero que sea superado por otros, pero en todos los aspectos ha abierto el camino y ha atraído la atención, la curiosidad intelectual de Europa hacia nuestros países. Pero de ahí a que yo combata a Borges, porque todo el mundo quiere que lo haga...nunca lo haré. Si él piensa como un dinosaurio, bien, eso no tiene nada que ver con mis ideas. El no comprende nada de lo que está ocurriendo en el mundo contemporáneo, y cree que yo tampoco comprendo. Por lo tanto, estamos de acuerdo.
R.G.:- El domingo vimos a unos jóvenes argentinos que estaban tocando la guitarra y cantadno una milonga de Borges. A usted eso le gustó, ¿no es cierto?
P. N.: - La milonga de Borges me gustó mucho...en especial porque es un ejemplo de cómo un poeta tan hermético -vamos a usar ese término -, un poeta tan sofisticado e intelectual pueda ocuparse de un tema popular, con sinceridad y precisión. Me gustó mucho la milonga de Borges. Los poetas latinoamericanos deberían seguir su ejemplo. 


Pablo Neruda entrevistado por Rita Guibert en el año de 1970, y publicado en The Paris Review.



jueves, 15 de septiembre de 2011

Borges por otros: Carlos Fuentes





Uno de los factores culturales de Latinoamérica es que es una rama excentrica de la cultura occidental. Es occidental y no lo es. De modo que sentimos que tenemos que conocer la cultura de Occidente mejor que un francés o un inglés, y al mismo tiempo debemos conocer nuestra propia cultura. Eso implica a veces volver a las culturas indias (...) Nosotros tenemos que volver a Quetzacoátl y a Descartes. Ellos creen que con Descartes basta. Así, para Latinoamérica es un recordatorio constante de su obligación de universalidad.  Por lo tanto, un escritor como Borges es tipicamente latinoamericano. El hecho de que sea tan europeo solo indica que es argentino. Ningún europeo se sentiría obligado a llegar a los extremos a los que llega Borges para crear una realidad, no refleja una realidad sino crear una nueva para llenar los vacíos culturales de su propia tradición.

 The Paris Review, entrevistado por Alfred Mac Adam y Charles Rivas, 1981.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Borges por otros: Guillermo Cabrera Infante




Alfred Mc Adam
:- Me gustaría volver a la literatura, si fuera posible. Desde que Borges compartió con Beckett el Premio Formentor en 1961, la literatura latinoamericana ha sido la fuerza dominante dentro del mundo hispanamericano. ¿Le parece que debe algo a sus mayores latinoamericanos?
Guillermo Cabrera Infante: - Primero permita que le diga que desprecio el término "latinoamericano". Mejor llamarnos Mestizia. Somos mestizos, una confusa mezcla de blancos, negros e indios. Segundo, aparte de los elementos que absorbí de la cultura en la que crecí, no les debo nada a esos "mayores" que usted menciona, especialmente si escribían en español.
A.M.A.: - ¿De qué está hablando
G.C.I.: - Bien, Borges, un mayor a quien admiro, escribe en Borges, un dialecto privado compuesto de un inglés precioso y formal que condesciende al empleo de palabras españolas con sintaxis anglosajona. Le debo mucho, pero no le debo nada a su español. 
A.M.A.: ¿Les debe algo a sus contemporáneos (odio decirlo) latinoamericanos?
C.B.I.: - Ni siquiera dinero. Para mi existe Borges y luego el resto. Ellos son el resto, para mi una mayoría silenciosa porque no escucho ni una palabra de las que escriben. 

The Paris Review, año 1982. 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Borges ha nacido


Acaso porque estas formas breves de poesía a Borges le gustaban, me permito hacer estos haikus en homenaje a nuestro gran escritor por el centesimo decimo segundo aniversario de su nacimiento.


*

en esos ojos
que luego se morirán
llorará fuego

*

no hay ciudades
tampoco bibliotecas
sin tu luz sombra

*

la eternidad
es sentirse en muerte
y así llorar

*

ojo espejo
que nunca se refleja
pero que guía

*

palermo dublin
sea ginebra o bien
toda islandia

*

cuerpo de libro
cada página aire
de tus ideas

*


el niño borges

martes, 23 de agosto de 2011

Borges y Google




Con motivo de los 112 años del natalicio de nuestro escritor Google ha mostrado en su página de inicio una interesante pintura que muestra a un hombre con un bastón observando las vastas construcciones de una ciudad futurista. Lo único que realmente representa al estilo borgeano son las bibliotecas que aparecen al costado del hombre pero dentro de todo, es medio complicado asociar esa imagen a nuestro autor. El inmenso observatorio no me remite a nada en particular.

(de hecho, este doodle bien puede haberse usado en conmemoración de algún escritor futurista como Philip Dick o alguno de esos.)

Probablemente el ilustrador de este doodle haya querido mostrar algo parecido a esos laberintos de los que JLB tanto hablaba. Pero es medio exagerado conjeturar semejante hipótesis.

viernes, 5 de agosto de 2011

Borges y los poetas

Pienso que Mark Twain fue uno de los escritores verdaderamente grandes, pero veo que no se daba cuenta de eso. Pero tal vez, para poder escribir un libro realmente, uno debe ignorarlo. Uno puede trabajar como un esclavo y cambiar cada adjetivo por otro, pero tal vez se pueda escribir mejor dejando los errores. Recuerdo que Bernard Shaw dijo, con respecto al estilo, que un escritor tiene tanto estilo como se lo permita su convicción, y nada más. Shaw creía que la idea de un juego de estilo eran una tontería, sin significado. Pensaba que Bunyan, por ejemplo, era un gran escritor porque estaba convencido de lo que decía. Si un escritor descree de lo que escribe, difícilmente puede esperar que lo crean sus lectores. En este país (Argentina), sin embargo, existe una tendencia a considerar cualquier clase de escritura -especialmente la escritura de poesía- como un juego de estilo. He conocido a muchos poetas de aquí que escriben bien...excelentes cosas, con un espíritu delicado y todo eso, pero si uno habla con ellos solo cuentas historias sucias o hablan de política como lo hace todo el mundo, de modo que su escritura resulta ser una especie de espectáculo de relleno. Habían aprendido a escribir de la misma manera que cualquiera aprendería a jugar al ajedrez o al bridge. En realidad no eran en absoluto poetas ni escritores. Era una treta y un truco que habían aprendido, y lo habían aprendido bien. Lo manejaban al dedillo. Pero casi todos -salvo cuatro o cinco, debo agregar- parecían pensar que la vida no tenía nada poético ni misterioso. Dan todo por hecho. Saben que cuando tienen que escribir...bien, entonces deben ponerse repentinamente tristes o irónicos.

En Confesiones de Escritores: Escritores Latinoamericanos. Los reportajes de The Paris Review, 1995.

miércoles, 27 de julio de 2011

Lo heroico

Rodolfo Braceli, entre las contadas notas que le hiciera a nuestro autor, hay una que él destaca en su libro Madre Argentina hay una sola que editó en 1997. De esa entrevista en donde Borges recuerda a su madre, destaco lo siguiente:

"Usted me pide que le responda sobre la palabra Maestro y sobre la palabra Infamia. Si con esas palabras quiere aludir a mis cualidades, le comento que no tengo nada de maestro, en todo caso, soy un alumno cada vez más antiguo...Infamias seguramente he cometido; admito el pecado de querer ser escritor, pecado sin duda, favorecido por la indulgencia de la gente, y la suya además, que ha venido ha elogiarme con su atención. Otro pecado que cometí (les estoy robando una vez más la palabra a los católicos) es haber sido impiadosa con mi madre. Ella persistía en la esperanza, le agradaba suponer que mi vista algo mejoraba, pero yo no le daba tregua y siempre le contestaba que estaba irremediablemente ciego. Qué me hubiera costado decirle a mi madre que estaba viendo un poco más... Ni cuando ella se moría le concedí la dicha de esa dulce mentira. Bueno, aquí tiene mi respuesta a su interrogante sobre la infamia. Siento una honda culpa por lo que no le di a mi madre...me hubiera costado tan poco... En fin, quisiera tenerla viva por un rato; quisiera que ella otra vez me preguntara cómo estoy de la vista para decirle 'Madre, qué curioso, estoy días ando mejor, estoy viendo un poco más...'Pero ahora ya es tarde para eso, sólo me queda el consuelo de haber aprendido que mucho más importante que las muertes heroicas son las vidas. Ser un poco más bueno con mi madre...eso hubiera sido heroico para mi."

Rodolfo Braceli, "Madre de Borges", en Madre Argentina hay una sola

jueves, 14 de julio de 2011

El amor de Borges por Buenos Aires

Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así celoso. Cuando yo estaba en otro país, por ejemplo en los Estados Unidos y alguien me dijo de visitar América del Sud, le he incitado a conocer Colombia, por ejemplo o le recomiendo Montevideo. Buenos Aires, no. Es una ciudad demasiado gris, demasiado grande, triste –les digo– por eso lo hago me parece que otros no tienen derecho a que les guste.

"Borges, sus días y su tiempo" de María E.Vázquez. Javier Vergara Editor, 1984

lunes, 4 de julio de 2011

¿Qué es un clásico?

Clásico es aquel libro que una nación o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como si en sus páginas todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones sin término. Previsiblemente, esas decisiones varían. Para los alemanes y austriacos el Fausto es una obra genial; para otros, una de las famosas formas del tedio, como el segundo Paraíso de Milton, o la obra de Rabelais. Libros como el de Job, la Divina Comedia, MacBeth (y, para mí, algunas de las sagas del norte) prometen una larga inmortalidad, pero nada sabemos del porvenir, salvo que diferirá del presente. Una preferencia bien puede ser una superstición.

"Sobre los clásicos", en Otras Inquisiciones

jueves, 30 de junio de 2011

La literatura

La literatura no es agotable, por la suficiente y simple razón de que un solo libro no lo es. El libro no es un ente incomunicado: es una relación, es un eje de innumerables relaciones. Una literatura difiere de otra, ulterior o posterior, menos por el texto que por la manera de ser leída: si me fuera otorgado leer cualquier página actual -ésta, por ejemplo- como la leerán el año 200, yo sabría cómo será la literatura del año 2000. La concepción de la literatura como juego formal conduce, en el mejor de los casos, al buen trabajo del período y de la estrofa, a un decoro artesano (Johnson, Renan, Flaubert), y en el peor a las incomodidas de una obra hecha de sorpresas dictadas por la vanidad y el azar (Gracián, Herrera y Reissig).

"Nota sobre (hacia) Bernard Shaw", en Otras Inquisiciones.

martes, 28 de junio de 2011

Borges y la educación



Desde el ensayo "Dos libros", publicado en Otras Inquisiciones.

En el tercer artículo -"Free thought and official propaganda" - (Bertrand Russell) propone que las escuelas primarias enseñen el arte de leer con incredulidad los periódicos. Entiendo que esta disciplina socrática no sería inútil. De las personas que conozco, muy pocas la deletrean siquiera. Se dejan embaucar por artificios tipográficos o sintácticos; piensan que un hecho ha acontecido porque está impreso en grandes letras negras; confunden la verdad con el cuerpo doce; no quieren entender que la afirmación: "Todas las tentativas del agresor para avanzar más allá de B han fracasado de manera sangrienta" es un mero eufemismo para admitir la pérdida de B. Peor aún: ejercen una especie de magia, piensan que formular un temor es colaborar con el enemigo...Russell propone que el Estado trate de inmunizar a los hombres contra esas agüerías, y esos sofismas. Por ejemplo, sugiere que los alumnos estudien las últimas derrotas de Napoleón, a través de los boletines del Moniteur, ostensiblemente triunfales. Planea deberes como éste:una vez estudiada en textos ingleses la historia de la guerra con Francia, reescribir esa historia, desde el punto de vista francés. Nuestros "nacionalistas" ya ejercen ese método paradójico: enseñan la historia argentina desde un punto de vista español, cuando no quichua o querandí.

lunes, 13 de junio de 2011

La sombra de Borges

Que se cumpla un nuevo aniversario de la muerte de nuestro escritor no es menos.
No menos es saber que en la gran mayoría de los diarios aparecen suplementos especiales rindiendole merecido tributo.
Clarín ha tenido la buena vista de publicar textos que el mismo Borges escribiese durante los últimos años de su vida, algunos de ellos parando a libros como por ejemplo La Memoria de Shakespeare, sumando a eso un suplemento de 20 páginas donde distintos escritores reconocidos toman extractos significativos de la obra borgeana y la vindican a su modo. Lo único particular que cabe destacarse de este homenaje es un artículo que no lleva firma en donde al dar cuenta de los homenajes que se van a celebrar el día, cuenta que la Biblioteca Nacional va a hacer una exposición de los libros que le pertenecieron a Borges "y que el escritor dejó allí cuando fue obligado a abnadonar su cargo." Cosa que cualquiera sabe que es mentira. Borges renunció a la dirección de la Biblioteca Nacional en 1973 cuando asume el peronismo en la presidencia. Error involuntario o no, bien vale la pena aclarar estas cosas.
Marcelo Zapata en el diario Ambito Financiero lejos de hacer una necrológica de tipo exaltatoria rescata la particular paradoja en la que Borges ha caído a pesar de todo lo que se decía de sí mismo. El hombre que renegaba de las cifras redondas en las efémerides del que se cumplen 25 años, el que criticaba a Américo Castro y le dio al español una riqueza nueva, el hombre que quería ser "las dos abstractas fechas y el olvido" su viuda negocia en millones de dólares una edición de las obras completas con otra editorial que encima incluye las obras que el nunca quiso reeditar.
Si Zapata no quiere caer en exaltaciones, Juan Pablo Cinelli en el diario Tiempo Argentino hace consideraciones bastante acertadas sobre la vigencia de la obra de Borges en cuanto afirma que "Matar a Borges (Nota del blog: en referencia a la supuesta frase de Gombrowicz) es la única forma en que cualquier otro escritor argentino puede trabajar en libertad, sin la pesada carga de escribir en castellano como nunca nadie lo hizo antes." Pero luego hace observaciones severas de quién fue Borges para otros autores como Sabato o Bernardo Kordon. Destaca a César Aira quien habla de Borges en su vejez, ya más asiduo a dar conferencias y entrevistas.
Página 12 propone un debate sobre la vigencia de Borges en la literatura argentina actual, o de lo que se considera como una especie de pesada herencia (¿pesada porqué?¿herencia de quién?). Los escritores que debaten son Juan José Becerra, que no cree que haya una literatura influenciada por Borges, es más, piensa que "es el hecho radiactivo de la literatura argentina. Lo único que se puede hacer al respecto es escapar de él. Si hay un horizonte borgeano, ese horizonte está atrás; es el horizonte que preferimos no ver." Guillermo Martínez argumenta con otros motivos semejante idea a la de Becerra pues la gran mayoría de sus obras fueron escritos hasta antes de los 70 años. Se puede empezar a pensar ideas de influencias borgeanas recien en los años 80. Silvia Molloy afirma que es complicado escribir sin sacarse de encima esa marca tan fuerte como la de Borges y que eso opera en contra del mismo autor, es decir Borges, pues se lo monumentaliza, es decir, pienso yo, se lo endiosa. Los tres coinciden en ver que la literatura argentina no depende de Borges, pero que él ha dejado profundas marcas en la literatura no lo puede negar nadie. Ya cuando Borges era jovén, los escritores de su época se preguntaban si era posible escribir después de Lugones, un hombre que ha manipulado el idioma a niveles exageradísimos. De entre esas dudas, surgió Borges y otros autores como Sabato o Cortázar. El debate, al menos para mí, es superfluo.
Diversos autores como Jorge Fernández Díaz, quien se encarga de mostrar como ha llegado Borges a su vida y del modo en que él ha influido, o Hugo Beccacece, quien destaca lo moderno de Borges incluso en las mismas tecnologías (para él, el clic del mouse que estás usando es un aleph para acceder al conocimiento universal), son los textos que aparecen en La Nación, diario que siempre fue del agrado de Borges, incluyendo una entrevista a María Kodama que habla de la paz interior en la que vive actualmente después de 25 años. Destaco como algo sensacional la propuesta de la gente de este diario de publicar las obras completas de nuestro autor, encima a precios bastante accesibles.
Pero yo también quiero decir algo...

***

Por detrás de esas piedras
por detrás de esas hojas acumuladas
por detrás de toda la discusión
hay un hombre
que solamente se dedicó a escribir.

A él, solamente a él, le escribo
porque fue un hombre de carne y hueso
porque tuvo ideas geniales y otras no tanto
como todo hombre.

El destino que Dios prefigura en los hombres
está dada por la virtud que El nos ha regalado
y cómo hacemos felices a la mayor cantidad de personas
con ese don.
Ignoro si en la puerta del Eden
Borges, solo, sin Kodama,
se presentó y esperando sin tiempo
Dios se acercó y le abrió la misma puerta
tomándolo de un brazo.
Borges no creía en Dios
pero sí creía en el destino que se le deparó.

Si esta imagen no ocurrió
espero que sea profética.

viernes, 20 de mayo de 2011

Recuerdo de Ernesto Sabato (3)

Ultima entrega en homenaje a Ernesto Sabato.



Sabato: Sí, fui muy propenso al suicidio...sobre todo de muchacho.
Borges: Yo, hace tiempo, me había puesto un plazo. Me dije: Bueno, vamos a esperar sesenta días. Si mientras tanto no sucede nada y no cambia esta situación, voy a suicidarme. Y si sucede algo, mejor todavía. De todas maneras, el que va a suicidarse se siente un héroe, se siente fuerte.
S: Claro, va a liquidar el Universo. El suicida es egoísta y criminal. Se mata él por no matar a otro. Muchos que fracasaron terminaron matando a otros.
B: Yo inventé un sofisma: Estoy por ejemplo en un décimo piso, entonces yo me arrojo. En el momento en que caigo tengo que olvidarme de mi pasado, seguramente provocado por el vértigo de la caída. En ese momento no esfume mi siguiente recuerdo al momento en que he tomado la decisión con usted, pero yo no se si me he suicidado o no. Claro que seguramente que no,porque ahora estoy aquí (sonríen). Estábamos conversando con Macedonio Fernández, que explicaba que el alma es inmortal, mientras tocaban en la pieza de al lado una estúpidez que me parece que se llama La Cumparsita. Entonces le dije a Macedonio: ¿Qué te parece si nos suicidamos para librarnos de esa música tan pobre? (Sabato comienza a reírse con ganas, pero Borges, casi inmutable sigue narrando:) Y le conté esta anécdota a Xul Solar, que era muy escéptico, y me dijo, seriamente: Sí, pero no se suicidaron. Entonces le respondí, siguiendo la broma: No sé si nos suicidamos...No me acuerdo. Hay una historia que me contaron, parece que ocurrió en un café de la calle Bolívar, en el barrio de Monserrat. Allí iban todos malevos. En el mostrador estaba un individuo que decía que tenía una mujer que lo engañaba, que el estaba muy solo y que pensaba matarse. Otro que lo escuchaba, dijo: "Mirá, cuando uno hablá tanto de suicidio no lo hace. Suicidarse es mucho más fácil". Entonces sacó su revolver y se pegó un tiro. No sé si es cierto, pero piesno que el hombre del revolver tenía realmente que suicidarse.
S: Si no se mataba era una poseso. Desde el momento en que sacó su revolver sabía que no le quedaba otra alternativa que la muerte. A propósito, Borges, siempre pensé que a un celoso le quedan dos recursos y sólo dos: comprarse un revolver o ser Shakespeare.

(...)

B: Yo apruebo el suicidio.Mi padre postrado por una hemiplejia se negó a ingerir remedios y a alimentarse. Se dejó morir lentamente y creo que de esa manera se necesita más coraje. Mi abuelo se hizo matar en combate por razones políticas. Montó a caballo en primera línea, se puso un poncho blanco para hacerse más visible ante el enemigo y recibió una descarga. Fíjese que en su caso, mi abuelo uso por arma para matarse todo un ejército. Fue allá por 1874 en una pueblo de Buenos Aires, llamado 25 de Mayo.

(...)

S (enderezándose, volviendo): A propósito de lo que decía antes, sobre el temperamento criminal de los suicidas, supongo que usted habrá leído algo de Otto Weineger ¿no?
B: Sí, sí, lo conozco.
S: Fue un genio. Su obra esta llena de cosas fabulosas y de disparates. Se pegó un tiro a los veintidos años. En algunos fragmentos del diario y de algunas cartas he advertido cómo siempre lo obsesionaba la idea del asesinato. Aparentemente era un hombre muy puro, pero había en él, un sentimiento de culpa tan angustioso que hace pensar. Si no se mataba, tengo la certeza de que habría matado a otro...(se queda pensativo). El suicidio es condenable por varios motivos, y no es de extrañar que lo condenen todas las religiones superiores.
B: El budismo, no. El budismo busca precisamente en el Nirvana...
S: Pero el Nirvana no es el suicidio. Creo que el suicidio es un acto de egoísmo, que el que se mata no piensa o no siente el dolor que siempre, de una manera o de otra, puede producir a otros. O si lo pienso mejor es peor: es como una venganza.
B: Recuerdo el caso del escritor japonés que se hizo el harakiri delante de todo el mundo (Nota del blog: el escritor es Yukio Mishima, que se suicidó en 1970). Me pareció bien. Fue capaz de morir como el último Samurai.
S: Me parece demasiado espectacular para ser elogiable. Y también un acto de arrogancia. Le advierto, Borges, que no hablo por creerme mejor. Por el contrario, pensé en el suicidio muchas veces en mi vida.
B: Yo también. Hace setenta y cinco años que vengo suicidándome. Tengo más experiencia que usted, Sabato.
S (sonriendo): Con muy poca eficacia, por lo que se ve.
B: Sí, pero con mucha vocación, realmente.

Todas las citas extraídas pertenecen a Diálogos Borges-Sabato, compilados y editados por Orlando Barone en 1976 por Editorial Emecé.



R.I.P. Ernesto Sabato (1911-2011)

miércoles, 11 de mayo de 2011

Recuerdo de Ernesto Sabato (2)

Segunda entrega de esta somera selección de fragmentos de los diálogos entre Borges y Sabato, editado por Orlando Barone en 1976.






Borges: (...) Pero, ¿qué música le interesa a la juventud hoy?
Sabato: La música rock.
B: ¿El estruendo?¿El ruido?
S: No seamos injustos. Se que a usted, en general, no le interesa la música. Pero los Betales son geniales músicos.
B: Creo que sí. Mi sobrino me dijo una vez: vas a oír un disco. ¿Qué es?, le pregunté. No voy a decírtelo, me contestó. Puso el disco y quedé muy enternecido. Eran los Beatles. Si hubiera sabido de antemano me hubiese puesto en guarda. Que es lo que me pasó con los blues, que yo pensé que no me gustaban. Undía, Ulises Petit de Murat me hizo escuchar Saint Louis Blues. Cuando concluyó yo tenía los ojos llenos de lágrimas. "Esto es lo que vos no querías oír", me dijo.

***

Borges: Estaba leyendo una biografía de Lincoln, a quien admiro injustamente. En ese libro se contrastan los discursos que pronunciaba en Chicago, en los cuales decía que todos los hombres nacidos en América tenían los mismos derechos. Entonces Lincoln parecía antiesclavista. Pero cuando hablaba en Nueva Orleans decía que todos los hombres tenían iguales derechos, claro que si tiene que coexistir dos razas, decía, la inferior debe estar supeditada a la superior.
Sabato: Es como decir que todos los hombres tienen los mismos derechos cuando tienen los mismo derechos. Lo que es una hermosa tautología.
B: Creo que ningún político puede ser una persona totalmente sincera. Un político está buscando siempre electores y dice lo que esperan que diga. En el caso de un discurso político los que opinan son los oyentes más que el orador. El orador es una especie de espejo o eco de los que los demás piensan. Si no es así, fracasa.

***

Sabato: Parece que su destino de escritor estuvo prefijado desde siempre.
Borges: Sí, mi padre me lo dijo. Estábamos en una buena situación económica y me explicó que a él le gustaría que yo fuera escritor. Que para eso leyera y escribiera mucho. Y que sobre todo rompiera mucho, y no tuviera apuro en publicar. Me dijo también que no le mostrara lo que escribiese porque no quería influir sobre mi. Él no creía que las personas fueran educables. Se equivocaba, creo. Hay una sentencia inglesa: "You must take your own mistakes" (...) Por eso, cuando escribí un libro que no me parecía del todo ingenuo, mi padre me dio el dinero para la impresión. Yo quise que él lo leyera y le di un ejemplar, pero nunca me hizo ningún comentario. Con el tiempo descubrí que ese ejemplar que él había guardado tenía correcciones y páginas enteras en tachaduras, y yo aproveché parte de esas indicaciones cuando publiqué mis obras completas, corrigiendo sobre la base del ejemplar de mi padre. Seguí su tendencia, como ésa de suprimir palabras arcaicas.

***
Sabato: ¿Para usted sería agradable recibir el premio (Nobel)?
Borges: Sí, me vendría muy bien- Por lo pronto, perdería el puesto de "futuro candidato" que llevo desde hace algunos años (risas). Además está el dinero. Hace cuatro o cinco meses que no cobro mi pensión de profesor de Literatura Inglesa en la facultad porque no he sido confirmado como jubilado. Esto parece una broma, pero en las oficinas me dijeron que si hasta tanto no se confirmara ese dato no debía molestarme ni molestar. Yo creo que no cobraré nunca. Recuerdo, volviendo al premio Nobel, una jugada bastante linda que le hizo Lugones a Manuel Galvez. El mismo Galvez se había postulado para el premio Nobel, entonces Lugones le hizo dar el Segundo Premio Nacional. Algunos le reprocharon a Lugones por haberle dado a Galvez un honor que no merecía pero Lugones lo había hecho con otra intención. Imaginese que quien obtiene solamente el segundo lugar en un país queda descartado ya para el otro premio que era mucho más importante.

***

Sabato: Siempre me fascinó la locura. Varias veces fui al altillo ese en que murió Van Gogh, también a la casa de Hölderlin. ¿Qué sabemos sobre la locura? ¿Quién sabe si lo que hemos hecho hasta ahora es, simplemente sobrevalorar la cordura, que a menudo es simple mediocridad? Quién sabe, Borges. Y los sueños, que es lo más profundo que tenemos ¿no son locos?
Borges: Recuerdo un sueño, hace unas noches. Había encontrado un libro inglés del siglo XVII y me decía que era muy lindo haber hallado esa edición, pero después pensé que si estaba soñando al otro día no iba a poder encontrarlo. Entonces me dije, voy a poner el libro en un lugar más seguro y lo puse en un cajón de la biblioteca. ASí iba a poder ubicarlo cuando me despertará.
S (con leve ironía): Un sueño borgeano.

***

miércoles, 4 de mayo de 2011

Recuerdo de Ernesto Sabato (1)



Es sabido que Sabato y Borges se llevaban de los pelos. Sin embargo, jamás dejaron de halagarse en los terminos correspondientes en cuanto a la literatura de cada uno. Probablemente motivados por eso, Orlando Barone decidió reunirlos en 14 encuentros desarrollados durante 1975 y 1976. Desde ese libro, y a manera de recuerdo, Matrix de datos ofrece fragmentos de ese libro tan preciado por muchos de nosotros, Diálogos Borges-Sabato, editado por Emecé en 1976. Se hará en entregas para no saturar a los lectores, si es que hay.

***



Sabato: Recuerdo que también hablábamos mucho de Stevenson, de sus silencios. Lo que calla, a veces, es más significativo que lo que expresa.
Borges: Claro, los silencios de Stevenson...y también Chesterton, Henry James...no, no creo que de James se hablara menos.
S: Al que le interesaba mucho era a Pepe Bianco.
B: Sí, el había traducido The Turn of the Screw. Mejoró el título, es cierto. Otra Vuelta de Tuerca es superior a La Vuelta de Tuerca, ¿no?
S: Representa con más claridad la idea de la obra. Al revés que con ese libro de Saint Exupery llamado Terre des Hommes, que aparece traducido como Tierra de hombres. Como quien dice "tierra de machos". Si hasta parece un título para uiroga o Jack London. Cuando lo que en realidad quiere significar (además lo dice literalmente) es Tierra de Hombres, la tierra de estos pobres diablos que viven en este planeta. No solo ese traductor no sabe francés sino que además no entendió nada de Saint-Exupery ni de su obra entera. Pero a propósito, Borges, recuerdo algo que me llamó la atención hace un tiempo en su traducción del Orlando, de Virginia Woolf.
B (melancólico): Bueno, lo hizo mi madre...yo la ayudé.
S: Pero está su nombre. Además lo que quiero decirle es que encontré dos frases que me hicieron gracia ya que eran borgeanas, o así me parecían. Una cuando dice, más o menos, que el padre de Orlando había cercenado la cabeza de los hombres de "un vasto infiel". Y la otra, cuando aquel escritor que volvió hacia Orlando y "le infirió un borrador". Me sonaba tanto a Borges que busqué el original y vi que decia, sino recuerdo mal, algo así como "presented her a rough draft".
B (riéndose): Bueno, caramba...

***

Borges: Hablando de libros: los primeros que se ocuparon de "promover" sus libros fueron José Hernández y Enrique Larreta. Después, Girondo. De él, todos recuerdan cuando se publicó El Espantapájaros y desfiló en un coche con uno de esos muñecos por la calle Florida. En cambio, en un tiempo anterior, el de Lugones y el de Groussac, cuando editaban sus libros solo trascendían en el ámbito de las librerías. Mi propia experiencia no fue distinta. Con $300 pesos que me dió mi padre, hice imprimir 300 ejemplares de mi primer libro. ¿Qué otra cosa pude hacer que repartirlos y regalarlos a los amigos?¿A quién le importaba alguien que escribía poemas y se llamaba Borges?

***

Borges: Hay una frase de Kipling que escribió al final de su vida: "A un escritor puede estarle permitido inventar una fábula pero no la moraleja". El ejemplo que eligió para sostener su teoría fue el de Swift que inventó u alegato contra el género humano y ahora ha quedado Gulliver, un libro ara chicos. Es decir: el libro vivió, pero no con el propósito del autor.
Sabato: Es lo bastante complejo para ser un espantoso alegato y a la vez un libro de aventuras para chicos. Esa ambigüedad es frecuente en la novela.
B: Se me ocurre algo. Supongamos que Esopo existió y que escribió sus fábulas. Pero posiblemente le divertía más la idea de sus animales que hablan como hombrecitos que las moralejas. Esas moralejas se agregarían después.
S: Es que ninguna obra de arte e moralizadora en el sentido edificante de la palabra. Si sirven al hombre es en un sentido más profundo, como sirven los sueños, que casi siempre son terribles. O las tragedias. Usted habló de Macbeth; es espantoso pero sirve. Y no sé si lo justo sería suprimir ese "pero", o en su lugar poner, "y por eso mismo".
B: Sin duda. Uno de los libros que leí es Le feu, de Barbusse. Lo escribió entre la guerra y el resultado es como una exaltación de la guerra.
S: Sarmiento se propuso escribir un libro contra la barbarie y la conclusión fue un libro bárbaro. Porque Facundo expresa lo que hay en el fondo del corazón de Sarmiento: un bárbaro. El alter ego del Sarmiento de jacquet.
B: Sí, es...el libro más montonero de nuestra historia, según Groussac.

***



Barone: ¿Y qué opina de Dios, Borges?
Borges (solemnemente irónico): ¡Es la máxima creación de la literatura fantástica! Lo que imaginan Wells, Kafka o Poe no es nada comparado con lo que imaginó la teología. La idea de un ser perfecto, omnipotente, todopoderoso es realmente fantástica.

***

Sabato: ¿No le parece que La Guerra Gaucha es absolutamente ilegible?
Borges: Desde luego. Pienso que lo hizo para probar que él también podía jugar a ese juego.
S: Yo pienso que lo hizo de veas, quizás movido por un oscuro sentimiento de inferioridad. El deseo de probar que él podía escribir como ciertos clásicos. Y aún peor. Pero claro, Lugones tiene también versos hermosos y austeros.
B: Aunque a veces se le ocurren cosas espantosas, como aquel soneto que termina así:

Poblóse de muerciélagos el combo
cielo, a manera de chinescos biombos
.

(Su voz parece deleitarse en la repetición irónica y grandilocuente de estos versos)

Poblose de murciélagos el combo
cielo, a manera de chinescos biombos
.

S: Parece una letra de la época modernista. Pero Lugones tiene poemas muy lindos. ¿Por qué no recita alguno, usted que tiene tanta memoria?
B: (No titubea, se abstrae un momento y luego recita)

Nuestra tierra quiere salvarnos del olvido
por esos cuatro siglos que en ella hemos servido
.

Y este otro:

Yo que soy montañes sé lo que vale
la amistad de piedra para el alma
.

Y también este:

Al promediar la tarde de aquel día,
cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vana congoja de dejarte...
lo que me hizo saber que te quería.


(La voz de Borges, la mirada vaga, los poemas, me han emocionado. Veo que Sabato quiere acompañar ese silencio con un poco de whisky. Borges se ha quedado callado)

martes, 8 de marzo de 2011

Borges Llosa




678 Contraste Entre Borges Y Vargas Llosa 06 03 11 - VidoEmo - Emotional Video Unity

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1.

Se ha dicho tanto sobre la polémica de Vargas Llosa en la Feria del Libro respecto a sus posiciones políticas que ya me parecía raro que no lo vincularan con Borges y su antiperonismo manifiesto. En el video que dejé enlazado hay una aceptable contrastación entre quién era Borges en su momento y quién es Vargas Llosa ahora. Digo aceptable porque hay cosas a las cuales vales la pena saber. Borges fue siempre una persona que ha defendido las dictaduras y ha defendido las políticas conservadoras, y su nombre no estuvo exento de las alcurnias de la aristocracia. No hay que olvidar eso. No es porque Borges haya sido un ignorante que se le perdona las cosas que dijo sobre la democracia. Borges ha sido siempre un hombre que consentía las políticas conservadoras. Hay que saber hilar. La diferencia con Vargas Llosa es que Varguitas ha sido un hombre de izquierda (cosa que refleja en sus primeras novelas) y hoy es realmente un agente decidido de las holdings multinacionales. La diferencia entre Borges y Vargas Llosa es cuestión de status. Borges defendía a la aristocracia, y Vargas Llosa a los monopolios, a la burguesía. Parece que defienden a lo mismo, pero no lo es.

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2.

Por otro lado, es curioso notar como en el caso de Vargas Llosa la familia peronista está creando la misma sensación de enojo que tenían cuando Borges les criticaba al Papá Perón. Aquí será a la Tía Cristina pero como dice Martín Kohan, las lecturas son las mismas. Además, es casi obvio destacar que acá no importa tanto la literatura de Vargas Llosa sino sus posiciones políticas, que en efecto son despreciables. Es decir, están juzgando la obra de Vargas Llosa desde las posiciones políticas, del mismo modo que hacían con Borges (y hacen de vez en cuando). Entramos en una época en donde importa menos la obra que la persona, y ese es un miedo que va creciendo en mi como lector y amante de los libros. Creo que detrás del libro se esconde la presencia más carnal del artista más allá del bien y del mal. Lo que se hace por amor al arte nunca debe ser juzgado sino contemplado en las circunstancias de la composición. Y no del contexto en que se haga. La gente de 6, 7, 8 propone no comprar libros del Nobel en la Feria del Libro, donde va a dar su discurso inaugural. Dudo mucho que ese acto fuera efectivo pero no hay que olvidar que los muchachos peronistas siempre son de hacer de las suyas en la Feria del Libro, como el año pasado con la presentación del libro de Gustavo Noriega (gracias al comentario por la aclaración, se me chispó).
Al final, Borges tenía razón cuando decía que los peronistas no son buenos ni malos, son incorregibles.

lunes, 7 de febrero de 2011

Difamaciones



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A veces es necesario entrometerse en diversas cuestiones de nuestro autor. Pero las veces que puede surgir ciertas acotaciones sobre la obra o la vida de Borges no alcanza el tiempo como para seguir actualizando este blog. Sin embargo, trato de hacerlo seguido y más cuando seguimos viendo por los diarios de la Argentina cómo María Kodama sigue llorando no la muerte de su marido, sino como la desprecian los periodistas. En una entrevista concedida al diario La Nación titulada con cierto acento borgeano "Los medios no me critican, me difaman" da cuenta de las falsedades que sobre su persona se han retratado en los diversos periódicos citadinos. Habla sobre chismes que sobre su marido han dicho o mismo sobre ella. No cuestiono sobre la veracidad de esos chismes, porque francamente esos temas le servirán a Osvaldo Quiroga o quién sea. Quizas sea momento de poner a la luz cuál es mi opinión de la señora Kodama. Me parece que su contribución a la obra de Borges ha sido tan irrelevante como lo es la señora Elsa Astete de Millán. Borges con o sin ella no va a dejar de vender libros. Es más, me animo a pensar que él podría venderse muchísimo más si el alcance a su obra este definitavemente desmitificado de ese halo intencionalmente puesto como escritor difícil. Dudo y mucho que Borges sea un escritor para unos pocos. Muchísimos poemas y cuentos están narrados con una sencillez notable. Kodama (no se si intencionalmente o no) contribuye a esa imagen, a esa figuración de la obra y la vida como parte del mismo ser Borges.
Ella pensará que no se merece el trato que le dan pero no ha hecho mucho para contradecirlos. El misterioso cambio en el testamento de Borges, el despido a Fanny, la eterna mucama de la familia, la eliminación de dedicatorias en sus Obras Completas hechas después de la muerte de Borges, la edición de los libros que nuestro escritor pidió expresamente no volver a reeditar, los innecesarios Textos Recobrados, etc...son varios los ejemplos que han aparecido sumado a la cantidad de juicios que entabló a algunos autores por difamar la imagen de Borges. Entiendo que este en su derecho de defender a su marido pero ¿cuál es el criterio para mandar a juicio por editar un precioso libro titulado "El Humor de Borges"?
Considero que Kodama quiere dejar una imagen de mujer debil ante las circunstancias en las que se maneja la prensa cuando ni ella ni los demás podemos creer esa imagen. Ella es una mujer fuerte que ha logrado o quiere lograr lo que quiere, ese es un gran merito, como el de haber forjado la Fundación Borges, una necesaria institución. Sin embargo creo que toma caminos que conducen a una seria contradicción al asumirse como una mujer difamada (en la revista Para Tí incluso decía que era difamada justamente por ser mujer).
Esperemos que algún día estos episodios sean olvidados por la obra literaria de nuestro escritor.