jueves, 7 de mayo de 2009

Las voluntades de Borges

Es necesario recalcar desde este punto tan invisible e la Internet, nuestro blog, la opinión casi innecesaria del nombre de Borges ante distintas situaciones que acaecieron hace algunos meses respecto de la probable idea de repatriar los restos de él a Buenos Aires luego de permanecer 23 años en el cementerio de Ginebra, donde aún sigue reposando. En primer lugar, asumimos la responsabilidad de lo que aquí se diga; en segundo lugar, seguimos creyendo que Borges descanse en paz en el lugar donde está, lo cual no implica en este caso una defensa de la señora Kodama, viuda y albacea literaria de su obra; en tercer lugar, asumimos un rol absolutamente crítico y paradójicamente neutral respecto de ste tema. No creemos que tomar la obra de Borges para repatriar sus restos sea la mejor excusa como así lo ha expresado Alejandro Vaccaro, el mejor estudioso de la obra de Borges, aún sabiendo que eso lo ha expresado en infinidad de textos. Nada hay tan distinto de la obra de Borges, (compleja, entramada, de calculos específicos)que Borges mismo, hecho de carne, hueso, uñas, como nosotros, y de expresiones, como nosotros. Ginebra era el lugar con el que se reconcilió con la juventud, con la historia misma que tuvo. Borges volvió a Ginebra para retroceder en el tiempo y mirarse a sí mismo, como en su genial cuento "El otro". Respetar esa decisión es necesaria para comprendernos mejor a nosotros mismos. Pero tampoco estamos vinculados a una visión de su viuda, María Kodama, que pide respetar la voluntad de Borges que fue la de morir en Ginebra. Rescatamos ese deseo, pero nos parece profundamente contradictoria con su actitud de haber reeditado "El tamaño de mi esperanza", "El idioma de los argentinos" e "Inquisiciones", libros de juventud que Borges escribió y publicó y de los que siempre renegó incluso sacandolo de la edición de las Obras Completas que Editorial Emecé publicará en 1974. En ese sentido respetar la voluntad de Borges también hubiera sido lo mejor, así como hizo con Adolfo Bioy Casares su albacea Daniel Martino de respetar la decisión de no volver a editar los primeros cinco libros de él. Además de todo esto, la idea que promovió esta polémica, olvidada, fue un proyecto de una diputada del Frente por la Victoria, kirchnerista, es decir, peronista (pese a todo). Paradojas. Esas a las que Borges tanto le gustaba y que con tanta gracia expresó en varios textos. Desde nuestro punto de vista, la mejor decisión que puede La Politica (con mayúsculas) es la de promover la obra de Borges invitando a los chicos a viajar por el placer de la lectura. Planes para realizar esto en materia de educacion hay. Se hizo con los cuentos de fútbol en diversas canchas, se hizo ahora con una prodigiosa edición en 2 dvd del programa televisivo "Ver para Leer" que conduce Juan Sasturain. Esa es una salida ejemplar para realizar, no trayendo los restos que quedan del cuerpo de Borges para que cualquier imbecil que no lo leyó en su vida se saqué una foto. La promoción por la lectura es sin duda el mejor homenaje que se le puede dar a él. El, que se enorgullecía de los libros que había leído, en vez de los que había escrito. Remover huesos no llevan a nada si esos huesos no se defienden. Y Borges se defiende. Además traer el cuerpo de Borges sería casi una perogrullada. El alma de él viaja por donde ha estado, llevandonos a cada momento a un extásis de la literatura. Esa "perfección literaria" de la que hablaba Foucalt. Borges está presente en nosotros porque siempre estamos volviendo a él. Y así como volvemos, oigamos cuando recordaba que todos los años que había vivido en Europa eran ilusoríos...
"Yo siempre estuve (y estaré) en Buenos Aires."